Hace unas semanas, cuando Román estaba contactando DTs para agarrar la papa caliente, uno de los nombres que más fuerte sonó, fue el de Gerardo Martino. El Tata venía de quedarse afuera del mundial con México en fase de grupos, lo cual le valió su puesto, y al haber un técnico de tanto renombre sin trabajo, Boca intentó. Al pasar los días la noticia fue perdiendo fuerza, y antes del fin de semana en el que se cerró la llegada de Almirón, Martino ya había dado su no.
Pero, ¿por qué el Tata no quiso agarrar a Boca?, esto mismo le preguntaron en una entrevista con The Athletic, y el rosarino respondió que “Boca actualmente también está impactado por la política nacional, lo que requiere un cierto nivel de evaluación. Y luego estaba mi capacidad para asumir un proyecto de esa magnitud en este momento”. Parece ser que la experiencia con México lo desgastó, y destacó: “Una vez que aceptás un desafío como ese, no hay vuelta atrás. Creí que este no era el momento adecuado para mí. En este momento, Boca necesitaba otro tipo de compromiso”.
A pesar de tener un razonamiento claro para no aceptar el trabajo, los medios nacionales nunca explicaron el porqué. Ante eso el Tata explicó: “Respondo mensajes pero no doy entrevistas en Argentina. No he dado una entrevista en Argentina en seis años, desde que dejé la Selección, y no voy a hacer más”, cerró el ex-jugador leproso.
Ante la consulta de cuándo y dónde lo podremos ver dirigiendo en el futuro, el Tata mencionó: “La MLS es mi debilidad. Fui parte de un proyecto extraordinario con Atlanta United que tenía una dirección clara, mucha comunicación y objetivos similares que se establecieron muy rápido y se ejecutaron. Después de entrenar en la MLS, me atrajo. Me gusta la liga. La posibilidad de volver a la MLS siempre está ahí”.
