Ibarra sorprendió a todos. Llegó a las cinco victorias al hilo tras el triunfo de esta noche por 1 a 0 frente a Lanús. Ningún hincha de Boca se hubiera imaginado este panorama cinco fechas atrás, cuando su equipo marchaba por la mitad de tabla y faltaba el encuentro frente a River.
Boca venció en el Superclásico, venció al puntero de ese entonces y ahora él es el puntero a falta de que jueguen Atlético Tucumán y Gimnasia. El equipo, por más que siga son demostrar buen nivel de juego, no perdona, se muestra unido y sorprendentemente está mas prendido que nunca al campeonato.
Para el partido correspondiente a la fecha 19 del campeonato, Hugo Ibarra planeó cinco cambios con respecto al Superclásico para formar así un 4-3-3, con Óscar Romero de extremo por derecha, quien hasta que fue sustituido a los cincuenta minutos ya que nunca pudo hacer pie en el encuentro, y hasta incluso falló una situación más que clara durante el primer tiempo.
El equipo del tridente técnico debió hacerle fuerzas a un Lanús necesitado de puntos que dejó todo lo que tenía en la primera parte, neutralizando los avances del conjunto visitante y ganando todas las pelotas divididas. Aún así, la profundidad que tuvo fue leve y Agustín Rossi pocas veces se mostró exigido.
Tras unos primeros cuarenta y cinco minutos de pocas chances de gol, con un volumen de juego opaco, donde Briasco debió salir lesionado y ser reemplazado por Luca Langoni, el técnico Xeneize decidió mover piezas con los ingresos de Martín Payero y Alan Varela por Juan Ramírez y Esteban Rolón, respectivamente, y así tratar de generar el efecto contrario al que se venía mostrando en la parte anterior. Ibarra buscaba aumentar su racha y alcanzar la punta.
En la segunda mitad Boca logró encontrar una mayor posesión de pelota ante el cansancio que empezó a demostrar su rival, quien se replegaba cada vez más. Esto derivó en una mayor tendencia a un encuentro cerrado, trabado, con Lanús buscando contraataques y un Xeneize con pocas opciones de pase. Por ese motivo, el equipo visitante agotó sus cambios con los ingresos de Darío Benedetto y el chico Zalazar, extremo derecho de la Reserva que hizo su debut en Primera División.
Ya sobre el final del partido, con Nicolás Figal lesionado pero en cancha ya que su equipo no tenía más cambios, con Varela jugando de defensor central, Boca marcó el gol del encuentro. Una fantástica jugada de Fabra por izquierda que asistiría a Benedetto con un pase atrás para que marque el 1 a 0 definitivo a falta de dos minutos para el final llevó a todo el plantel a la euforia ya que de esta forma ellos y todos los hinchas se irán a dormir siendo punteros del campeonato, sacándole seis puntos a su clásico rival y uno a Atlético Tucumán.
Ibarra superó las expectativas, sin un buen juego colectivo llevó a su equipo de forma transitoria a lo más alto del torneo y está haciendo soñar a todos sus aficionados con algo que parecía casi imposible. La parada difícil será el próximo lunes al recibir a Huracán, otros de los candidatos. Si Ibarra quiere demostrar que está para pelear el título, no hay mejor ocasión para demostrarlo.
