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A la espera de que La Bombonera esté en óptimas condiciones, Boca mudó su localía al estadio de San Lorenzo para recibir a Sarmiento. Recordemos que ambos equipos habían igualado 0-0 en sus respectivas primeras fechas: el conjunto de la Ribera frente a Platense y el verde frente a Tigre, próximo rival del equipo de Diego Martínez.
Primer tiempo de Boca vs. Sarmiento
A diferencia del partido frente al Calamar, el Xeneize pasó de una 4-3-1-2 a una 4-4-2, con algunas modificaciones: Juan Ramírez y Ezequiel Bullaude salieron para darles lugar a Kevin Zenón y Edinson Cavani, con lo cual Martínez formó con un doble 9 para recibir a Sarmiento.
En el primer tiempo el local empezó con todo, luego de un gran pase de Luís Advíncula, Miguel Merentiel se la picó a Monetti y puso en ventaja al conjunto azul y oro. Luego de no haber tenido grandes partidos en la pretemporada, el máximo goleador de Boca del año pasado puso -en apenas 9 minutos de partido- el 1 a 0.
Fontana tuvo su chance, a los 14 minutos y luego de una mala salida de Romero, pero Sarmiento no pudo igualar. Incluso a los 27 minutos, luego de un error de Campuzano, también pudo empatar pero Sergio Romero salió rápido y, casi desde mitad de cancha, sacó la pelota para evitar lo que podría haber sido un error que costaba un gol.
Sin embargo, a los 40 minutos el Xeneize reaccionó y tuvo una chance clara. Luego de un centro de Advíncula, Kevin Zenón cabeceo, aunque muy centrado y Monetti la envió al córner. En su debut como titular en Boca, el ex Unión comenzó a ser una de las figuras del partido, en una formación que pareció sentarle cómoda.
Segundo tiempo de Boca vs. Sarmiento
Para el segundo tiempo, al minuto de juego Sarmiento asustó al local: en una jugada muy disputada, Calcaterra no pudo definir y Romero se quedó con una difícil pelota, imposibilitando el empate. Cuatro minutos después, comenzó una seguidilla de jugadas clave para el equipo local que tuvieron un mismo protagonista: Cavani.
La primera, luego de un gran pase de Zenón entre líneas, Cavani definió aunque estaba en offside, con lo cual ni Boca no pudo estirar la ventaja ni el uruguayo pudo tener su gol. A los 7 minutos, se repitió la secuencia aunque, esta vez habilitado, Cavani definió al palo derecho de Monetti, pero la pelota se fue desviada. Luego, apenas un minuto después, Zenón tiró un centro que Cavani quiso bajar de cabeza para su compatriota Merentiel, aunque este último no estaba en el lugar donde llegó la pelota.
Ya a los 18 minutos del segundo tiempo, la historia sería la misma: Zenón asistiendo de gran manera a Cavani que, luego de intentar amagar a la defensa de Sarmiento, perdería la pelota. Tan solo dos minutos después, luego de otro gran pase de Zenón entre líneas, Cavani la picó y la pelota se estrelló en el travesaño, claramente no fue la tarde del uruguayo y esto le pesó.
Aquel vieja frase futbolera que decía que “los goles que no se convierten en un arco se sufren en el otro” se hizo presente. A los 26 minutos de partido, Gho tiró un buscapié por el lado izquierdo y Mauri conectó para el empate. Luego de tantas chances claras desperdiciadas, el verde igualó el partido y puso las cosas difíciles para un Boca que sufrió la falta de eficacia.
La jugada que sentenció que definitivamente el Xeneize no iba a poder ganar el partido, fue el cabezazo de Merentiel promediando los 39 minutos, después de un rebote entre Monetti y el defensor de Sarmiento, el uruguayo no pudo repetir y marcar su doblete.
Si bien Martínez movió el banco para buscar revertir la situación, poco efecto tuvieron los cambios en el partido. Benítez sustituyó a Campuzano a los 55, nuevamente teniendo el colombiano un partido para el olvido. Su reemplazo no pudo hacer pie en el encuentro y estuvo erróneo en los pases. Benedetto reemplazó a Cavani a los 74, quien finalmente acusó de una molestia mientras se retiraba del campo de juego. Saralegui entró por Langoni, que no tuvo un gran partido más allá de algún desborde sin crear peligro. Por último, Janson reemplazó a Pol Fernández a los 84, quizás siendo este el único cambio que generó algo distinto, aunque el empate era inevitable a esa altura del partido.
