Boca recuperó el aliento cuando menos se lo esperaba. Aún sin mostrar una idea clara de juego, cambiando nuevamente de esquema y siendo superado en varios tramos del partido por su rival, logró ganarle 1 a 0 a Defensa y Justicia en Varela faltando dos minutos para que termine el encuentro y pudo romper con las rachas negativas de los últimos encuentros.
Luego del empate frente a Rosario Central el pasado miércoles, Hugo Ibarra decidió quitar a Óscar Romero del equipo titular para permitir el ingreso de Juan Ramírez, y así utilizar un 4-4-2 con Luis Vázquez y Sebastián Villa como únicas opciones en ataque. Por otro lado, el equipo local apostó por un 4-1-4-1.
Desde el inicio del partido se notaba que el juego del Xeneize no fluía y que el esquema táctico no daba resultados, luego de que casi durante toda la primera parte el desarrollo del juego se dio en los alrededores de la mitad del campo, con Boca intentando jugar con pases largos en diagonal desde su defensa hacia su ataque debido a la presión ofensiva que realizaba el equipo de Sebastián Beccacece, la cual daba sus frutos al ahogar en reiteradas ocasiones a los jugadores visitantes. Así, provocando también que haya pocas intervenciones de sus mediocampistas centrales y algo de apoyo que brindaron los volantes externos, Cristian Medina y Ramírez, respectivamente.
De esta forma, la pequeña esperanza de Ibarra residía en los pies de Villa y Vázquez, quienes no provocaron muchas complicaciones hacia su rival. El entretiempo llegaba y el rendimiento de Boca seguía siendo idéntico al de los últimos encuentros.
El equipo local, de no muy buen presente por el torneo local, sostuvo la posesión del balón en varios tramos del partido, pero tampoco llegaba con claridad al arco de Agustín Rossi hasta la mitad de la segunda mitad, quien evitaría las únicas dos ocasiones de gol que tuvo Defensa mediante brillantes intervenciones a puro reflejo. El arquero Xeneize salvaba a su equipo nuevamente, tal y como sucedió en el último tiempo. Mientras, sus compañeros seguían sin encontrar respuesta alguna para la generación de situaciones de gol.
La esperanza en Boca se renovó durante unos minutos con las entradas de Brandon Cortés, juvenil de buenas actuaciones en los últimos partidos en Reserva, Aarón Molinas y Martín Payero en el final del segundo tiempo, pero igualmente el volumen de juego siguió siendo igual de bajo que en el resto del encuentro. Mientras, Ibarra y su cuerpo técnico se mostraban sin muchas más ideas en mente para mejorar la situación que se estaba dando.
Ya en tiempo agregado, cuando el encuentro parecía que iba a terminar en en empate aburrido sin goles, Sebastián Villa armaría una fantástica jugada, dejando en el camino la línea defensiva de su rival, y asistiría a Vázquez, quien luego de catorce partidos rompería su mala racha y convertiría el agónico y único tanto del partido, festejado muy exhaustivamente en el banco Xeneize.
De esta forma, a pesar de no mostrar su mejor versión, con mucho por trabajar y con dudas en muchas zonas, Boca logró llevarse los tres puntos de Varela gracias a su jerarquía individual ofensiva e Ibarra podrá trabajar más tranquilo durante la semana pensando en el duelo clave frente Atlético Tucumán en la Bombonera del próximo fin de semana, ya con las vueltas a la convocatoria de Carlos Zambrano y Darío Benedetto.