Ayer, por la tarde-noche, el equipo masculino de vóley de Boca Juniors se quedó con el partido ante River Plate por 3-2 con parciales 20/25, 25/21, 22/25, 25/20 y 15/17.
Los superclásicos son partidos aparte sin dudas, y este fue una prueba de ello. Si bien el Xeneize se ha reforzado de gran manera para este Metropolitano, el clásico rival también lo hizo.
Los de Barreiro venían de vencer por 3-1 a La Matanza, mientras que el conjunto Millonario había hecho lo propio ante Náutico Hacoaj en tres sets corridos. En ese contexto, hay que aclarar que los dirigidos por Pablo Rico sufrieron varias bajas; en parte por lesiones, y otros jugadores partieron a la concentración de la Selección Sub 21 en Córdoba.
Esto último obligó al equipo de Núñez a jugar con un sistema 4-2 en lugar del clásico 5-1 que se suele ver en la mayoría de los equipos de vóley en las máximas categorías. Por eso, y gracias a que Boca supo aprovecharlo, el encuentro fue variando el líder del marcador, alternándose un set cada uno.
Finalmente en el tie break, los de Barreiro habían iniciado con muchas complicaciones, pero fueron contundentes a la hora de cerrar el encuentro y finalmente se lo llevaron por 15-17.
Ahora, el Xeneize con 10 unidades quedó en la octava posición de la tabla que lidera Ciudad, y deberá cambiar el chip rápidamente, ya que por la próxima fecha visitará a Ferrocarril Oeste, el último campeón de la Copa Chulo Olmo.