Hoy, el fútbol argentino perdió una parte de su historia. El único que podía igualar a Dios dentro de una cancha, hoy no pudo tirar su última gambeta.
En horas del mediodía se confirmó la peor noticia, para los amantes del futbol, el fallecimiento de Diego Armando Maradona. A los 60 años a causa de un paro cardiorespiratorio. Le peleó siempre cara a cara a la muerte, parecía imbatible, invencible.
Quien pudo verlo y disfrutar de su juego, saben que fue el más grande de la historia de nuestro fútbol. El que hizo el gol con la mano a los ingleses, y a los 5 minutos el gol más lindo del siglo. Ese que cumplió su sueño de jugar y ser campeón con la Selección Argentina.
Por su forma de ser y todo lo que rodeaba en ese mundo, Maradona fue siempre su rival más difícil para enfrentar y al que jamás logro doblegar. El que tuvo tantos conocidos, como pocos amigos reales.
El rey de Nápoles, él que se identificó siempre con La Bombonera y Boca, pero a la vez era de todos y cada uno de los argentinos. Hoy con su muerte se lleva parte de lo que fue nuestro fútbol.
Como si su vida fuera un poema, tuvo el placer de ser homenajeado en cada una de las canchas de la Argentina. Su última ovación a cancha llena, caricia del destino, en La Bombonera, en la que era su casa.
Como dice la canción dueño de una “zurda inmortal, llenó de gloria este suelo”. Quedará siempre en nuestra mente sus jugadas, sus goles y locuras dentro de un campo de juego.
Un mito, una leyenda en vida. Serás ETERNO Diego Armando MARADONA. Q.E.P.D.