Notas de OpiniónPrimera División

Es hora de acomodar el barco y elegir un nuevo capitán

Un Boca sin rumbo y en una caída que parece nunca tener fondo.

Una vez más, fuimos espectadores de otra derrota Xeneize vs. Estudiantes por 1-0: un equipo sin rebeldía, sin alma y la vergüenza deportiva de dar vuelta un resultado. Ayer fue una muestra, aunque duela mucho, de que el equipo necesita un cambio.

Hablar de los puntos flojos de este equipo, que mantiene hace más de un año, no es estar en contra de esta dirigencia y mucho menos de Riquelme. Es sin más vueltas, ver la triste realidad que vive hoy el equipo, que cada partido parece hundirse como el Titanic en el océano. Un indicio que vemos todos y que el Consejo de Fútbol está negado a ver: el ciclo de Russo está gratis desde hace un año.

Sin jerarquía en el plantel, con refuerzos que poco aportaron y un equipo sin ideas de juegos claras. Pocos remates al arco, 2 goles en apenas seis fechas, poco juego e intenciones de atacar marca la versión de este Boca 2021 de Miguel. Quince partidos sin ganar y casi últimos en el torneo marcan la triste realidad que debemos afrontar y sacar adelante en lo inmediato.

Miguel Russo: Su última victoria 3-0 ante The Strongest por Copa Libertadores (26 de mayo)

Hoy Russo y su cuerpo técnico tiene muchas cosas en el debe, no sólo resultados sino también idea e impronta de juego. Lejos quedó ese Boca arrollador de los primeros meses del 2020, que presionaba y te liquidaba de contra. Hoy es un conjunto lento, sin sorpresa, sin juego ni sociedades que permitan ilusionarse con algo distinto. Lo único que brinda seguridad los centrales: Izquierdoz, Rojo o López.

¿Tiene cosas positivas su ciclo? Claramente la respuesta es sí. Dos títulos en pocos meses (Liga Profesional y Copa Diego Maradona) ambos títulos con River compitiendo mano a mano. Además, hay que sumar, las dos eliminaciones al conjunto de Gallardo, por penales en Copa DAM y Argentina. Russo logró en 3 meses lo que nunca pudieron Arruabarrena, Guillermo y Alfaro con un mejor funcionamiento y presente futbolístico.

Aún así, siento que no son pilares fuertes para mantenerse en el cargo donde no hay un rumbo cierto. Sin personalidad para imponerse por refuerzos y la falta de respuesta durante los 90 minutos nos dejan en este punto. Un final anunciado desde las semis con Santos.

Aunque duela es mejor reconocer el error, mostrar que nos equivocamos como humanos y patear el tablero estando a tiempo. Hoy la dirigencia y el CT tienen otra oportunidad de demostrar con hechos, lo que promulgan con palabras.

BOCA POR ENCIMA DE TODO.

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