Hace instantes Boca terminó de sellar su boleto a cuartos de final de la Copa Libertadores, en lo que probablemente haya sido el peor partido en la “era Russo”. El conjunto Xeneize salió con su habitual equipo de gala, pero con una actitud muy por debajo a lo que estamos acostumbrados. El equipo dirigido por Abel Braga salió a presionar desde el primer minuto, con pases entre líneas y jugadas elaboradas con mayor fundamento que en el partido de ida en Porto Alegre. Con tan solo cinco minutos en juego, el lateral del Inter Moisés, debió ser expulsado por segunda amonestación, le propinó un planchazo a Carlitos el cual ni siquiera fue revisado por la terna arbitral.
Boca se vio superado durante todo el primer tiempo, sin poder elaborar ninguna jugada de peligro, teniendo el equipo sumamente partido, los volantes corriendo de atrás a los brasileros y siendo la banda derecha el principal problema. En los primeros minutos del segundo tiempo, un autogol de Fabra pondría en ventaja al Inter. Miguel Angel Russo decidió hacer una doble variante, entraron Jara y Obando (que al final del partido se iría expulsado) y se retiraron Buffarini y Villa. Fueron pasando los minutos y el equipo brasilero cada vez se le notaba mas cansado, le empezó a pasar factura el despliegue físico realizado en el primer tiempo. En los últimos 20 minutos se dieron las mejores situación de Boca, aprovechando el desgaste del rival, la pelota parada de Cardona, las subidas de Fabra y las individualidades de Tevez.
El partido terminó con la derrota de Boca por 0-1 sin embargo, por la victoria obtenida en Porto Alegre habrían penales. El “Apache” ganó el sorteo y eligió arrancar pateando. En el Xeneize patearon; Tevez, Cardona, Salvio, Fabra. Izquierdos y Jara, en ese orden y siendo el colombiano Edwin Cardona el único que fallaría. El orden del Inter fue Rodinei, Edenilson, Lindoso, Yuri Alberto, Fernández y Peglow siendo este ultimo y Rodrigo Lindoso los dos que fallarían sus respectivos penales en el equipo brasilero.