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Boca perdió frente a Talleres en un duelo para el olvido

El Xeneize se vio derrotado por 2 a 1 con un nivel colectivo que deja muchas dudas de cara al futuro.

Boca sigue igual que en los últimos meses, solo que ahora con el factor que los resultados no se le dan, como esta noche en la derrota 2 a 1 frente a Talleres, siendo este un marcador mentiroso para lo que fue el juego. Desde que Hugo Ibarra asumió como director técnico de Boca, en pocas ocasiones se vio una idea clara sostenida a lo largo de los partidos, pero aún así lograba ganar. A pesar que la escasa planificación que muestra no se mantiene, ahora la suerte no está a su favor, como esta noche en Córdoba por la tercera fecha del campeonato local.

Sin importar de no haber conseguido un buen partido frente a Central Córdoba el fin de semana pasado, el técnico Xeneize apostó por el mismo once titular con el que disputó todo lo que lleva de torneo. Por ende, la elaboración de juego y de ocasiones fue escasa, similar a lo que venía sucediendo anteriormente, con un mediocampo de poca participación con pelota dominada, siendo Óscar Romero nuevamente el eje con el que Boca podía ilusionarse. Además, la noche comenzó mal cuando en menos de diez minutos Nicolás Orsini debió abandonar la cancha por lesión, ingresando Miguel Merentiel en su lugar. 

Por otra parte, Talleres mostró un juego directo, con un 4-2-3-1 de armado rápido por las bandas y con una búsqueda de finalizar las jugadas con centros o disparos cruzados. Así fue como después de tener varias chances desperdiciadas, entre ellas un remate en el palo, el equipo cordobés consiguió abrir el marcador luego que Michael Santos aprovechara un rebote producido por un remate de media distancia, a mediados del primer tiempo.

Luego de unos primeros cuarenta y cinco minutos donde Boca no remató al arco y tampoco tuvo llegadas cercanas al arco de Guido Herrera, Ibarra realizó modificaciones en el entretiempo para tratar de revertir lo que se estaba demostrando en la cancha, aunque tampoco tuvo resultado. Los ingresos del Equi Fernández y Luca Langoni no tendrían peso en la segunda mitad, sino que en los primeros minutos de ella, La T estiraría la ventaja con un gol en contra del mediocampista recién ingresado tras intentar un quite de balón. De un tiempo al otro, las modificaciones del técnico no se notaban.

 

Con un 2 a 0 parcial, el equipo de Gandolfi comenzó a tocar bastante más la pelota y las llegadas de sus jugadores eran cada vez más claras, dejando sin una posible reacción a Boca, a quien todavía le quedaba padecer una desgracia más: Villa fue expulsado mediante el VAR luego de pegarle sin pelota a un rival. El conjunto de Ibarra se quedaría con uno menos e incluso con quien es una de sus figuras.

El final del encuentro se iba acercando, Ibarra trataba de buscarle la vuelta al partido para buscar conseguir algunas llegadas, pero los ingresos del Chango Zeballos y Martín Payero, a pesar de hacerlo bien, no gravitaban demasiado debido al contexto del partido. No obstante, los diferentes cambios realizados le dieron un poco más de profundidad a Boca y así fue como en su primera ocasión de gol en toda la noche, Langoni, el salvador del Negro, descontaría el encuentro. Incluso, esto llevó al Xeneize a ir en busca de la épica y llegó a conseguir algunos remates al arco y finalizar el partido de mejor manera que como lo comenzó.

 

La profundidad no fue clara, algunos niveles personales continúan sin levantar y las ocasiones de gol siguen sin ser destacables. Boca fue decayendo en el torneo aunque su juego se mantuvo en cada encuentro de la misma forma. Las individualidades y jerarquía de sus jugadores suele ser lo mejor que Ibarra tiene y lo que suele ayudarlo para definir encuentros. Sin embargo, cuando esta no colabora, la táctica no logra salvar a Boca y así es como perdió cinco de sus últimos diez encuentros.

A pesar de haber quedado a un solo gol de empatar el partido, el desempeño boquense fue similar a lo que supo ser aquella derrota 3 a 0 frente a Patronato el año pasado. La casualidad es que la idea de juego resulta similar, el cuerpo técnico continúa con la misma idea de juego y aquellos que mejores resultados supieron darle, ingresan desde el banco. El campeonato recién arranca, pero el juego sigue repitiéndose en el mundo Boca. Las miradas de los hinchas solo apuntan a un lado: Hugo Benjamín Ibarra. 

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