¿Quién iba a imaginar que el 2025 de Boca podría ser aún más sombrío que el 2024? Hasta el hincha más optimista, después del mercado de pases realizado en enero, creía que el Xeneize podría dejar atrás los fracasos previos. Sin embargo, el futuro fue aún más oscuro. En febrero llegó el primer tropiezo histórico: el repechaje de la Copa Libertadores.
El golpe en el repechaje
Fernando Gago tenía la obligación de cambiar la cara de su equipo tras un 2024 desastroso. Boca venía de una dolorosa derrota 4-3 contra Vélez en la semifinal de la Copa Argentina, y solo logró clasificar al repechaje de la Libertadores por los pelos. En esa instancia, le tocó enfrentarse a Alianza Lima, dirigido por Pipo Gorosito, el equipo más débil en la historia de la competencia.
El partido de ida en Lima terminó con derrota 1-0, lo que obligaba a Boca a ganar sí o sí en La Bombonera. En Buenos Aires, tras ganar 2-1, Cavani desperdició una ocasión clarísima en los últimos segundos, lo que llevó el partido a los penales. El mercado de pases, con 30 millones de dólares invertidos, parecía en vano.
Alan Velasco, una de las compras más caras de la historia, pidió patear el último penal para redimirse de su flojo inicio en el club. Sin embargo, erró el penal, sellando la eliminación de Boca y dejando al club sin competencias internacionales para el año.
PENALES ⚽️ Erró Velasco. Boca eliminado.
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— telefe (@telefe) February 26, 2025
El fin del ciclo de Fernando Gago
Luego de esta debacle, Juan Román Riquelme decidió mantener a Gago al frente del equipo. A pesar de algunas victorias que mantenían a Boca en la cima de su grupo en el Apertura, la derrota en el Superclásico por 2-1 marcó el final del ciclo de «Pintita».
Mariano Herrón asumió el interinato nuevamente. En octavos de final ante Lanús, el nivel mostrado por el equipo fue pésimo, llevando el encuentro a penales. En ese momento, el estadio, por primera vez en años, cantó en contra de Riquelme, cuestionando su gestión. A pesar de eso, Boca pasó de fase, pero cayó ante Independiente con un gol de Ángulo, un resultado que agrandó aún más la crisis futbolística.
A mitad de año, Boca debía disputar el primer Super Mundial de Clubes, fruto de los puntos cosechados en Libertadores anteriores. Sin embargo, el club no encontraba un entrenador que diera seguridad. Finalmente, Riquelme decidió confiar en Miguel Ángel Russo, quien había tenido dos pasos exitosos por el club y venía de dirigir a San Lorenzo.
Los primeros partidos mostraron algo de esperanza. Boca empezó ganando 2-0 frente a Benfica, pero terminó empatando. Luego, contra Bayern Múnich, el equipo luchó y empató 1-1 gracias a un gol de Merentiel, pero finalmente perdió 2-1 con un tanto de Olise. En el último partido contra Auckland City, Boca debía ganar y esperar un triunfo del Bayern frente a Benfica para avanzar. Sin embargo, el empate 1-1 lo dejó eliminado, pese a que una victoria también hubiera sido insuficiente.
La peor racha sin victorias
De regreso en Argentina, Boca vivió la peor racha sin victorias de su historia: 12 partidos sin ganar. Hubo derrotas inexplicables, empates que hicieron historia, y una eliminación frente a Atlético Tucumán en Copa Argentina, con Frank Fabra sorprendentemente como titular.
El ciclo de Russo comenzó a tambalear. Además de su estado de salud, se sumaron sus ausencias en algunos partidos, lo que obligó a su asistente, Claudio Úbeda, a dirigir en varias ocasiones. Un empate agónico frente a Racing permitió que el cuerpo técnico siguiera al mando, pero aún así las derrotas continuaron. Solo cuando Boca venció a Independiente Rivadavia, Aldosivi y Banfield, la racha pareció encontrar algo de respiro.
En octubre, la noticia más triste golpeó a la institución: el fallecimiento de Miguel Ángel Russo. A partir de entonces, la dirigencia decidió mantener a Úbeda al frente del equipo hasta finales de año. Bajo su mando, Boca logró algunas victorias importantes, incluyendo un claro 2-0 en el Superclásico.
A pesar de cerrar primero en su grupo y asegurar su vuelta a la Copa Libertadores tras dos años de ausencia, el equipo cayó nuevamente en los cruces eliminatorios, siendo derrotado por Racing en los cuartos de final. Esta eliminación significó la tercera en la Bombonera durante 2025, algo sin precedentes.
Sin dudas, 2025 fue uno de los peores años de la historia del club, con Boca completando su tercer año consecutivo sin títulos. El último trofeo sigue siendo la Supercopa Argentina en marzo de 2023, ganada a Patronato.
Con el 2026 a la vista, Boca buscará recuperar el rumbo, tanto en la Copa Libertadores como en el campeonato local. La dirigencia deberá mejorar el plantel con refuerzos y definir quién será el DT a partir del próximo año.
