La caída en la Bombonera por 2-0 a manos de nada más ni nada menos que de River, hizo saltar las alarmas y que la semana se hiciera bastante difícil previa a lo que iba a ser el choque de esta noche. Almirón fue variando de esquemas hasta, finalmente, apostar por el mismo equipo que había igualado 0-0 en la IDA por la semifinal entre Boca y Palmeiras en la Copa Libertadores.
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOCA
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOCA
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOCA pic.twitter.com/yDglhDpgWR— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) October 6, 2023
En el primer tiempo, se vio la actitud clara del local: buscar el gol a través de centros y atacar lo más posible. Algo similar a lo que había hecho el conjunto de la Ribera en la ida, que no le había podido resultar con goles, pero sí con situaciones claras para sacar la diferencia.
Con un Allianz Parque casi colmado, el local apretaba y el visitante apostaba a las contras rápidas a través de Equi Fernández y Pol Fernández como salida, y Medina como generador de juego para llevarle situaciones claras sobre todo a Edinson Cavani y Miguel Merentiel.
Más allá de esta presión que ofrecía el Verdão, Boca no se desesperaba y buscaba la salida rápida. Para ello, Barco era fundamental y no decepcionó: el número 19 fue fundamental para esas aproximaciones que ofrecía el equipo argentino, superando sus marcas y con un control de los tiempos admirable.
Sumado a esto, estaba siendo un buen partido de la defensa, que obligaba al local a atacar por las bandas y no tener un juego profundo. Muchas de las situaciones fueron resueltas por centros malos del local y una buena presión de los dirigidos por Almirón.
Promediando más de veinte minutos de juego, llegó el primero: luego de una extraordinaria jugada de Merentiel, que por potencia y velocidad se sacó de encima a Gustavo Gómez, asistió y llegó el tan ansiado gol. Cavani se tiró con ambas piernas y estableció un resultado que, para muchos, era impensado.
Sin embargo, fue merecida la ventaja. L mayoría de las llegadas del local no eran claras y Boca sabía que de contraataque podía complicarlo. Sobre todo, teniendo la velocidad y calidad de Barco, que por momentos junto a Medina manejaron los tiempos a la perfección y entendieron el partido que estaban jugando.
Ya en el segundo tiempo, el partido se rompe en un momento clave: la salida de Merentiel por Bruno Valdez cambiaron la ecuación y pasó de ser un partido dominado de alguna forma por el visitante, a que Palmeiras empiece a atacarlo con cada vez más peligro.
Aquí fue donde, nuevamente, las manos de Sergio Romero aparecieron y salvaron al Xeneize de no sufrir goles. Pese a esto, las malas noticias no paraban de llegar y se sumaba la expulsión de Marcos Rojo por doble amarilla promediando los 66 minutos.
Inevitablemente, el empate llegó: Piquerez convirtió y el estadio se llenó de gritos de gol. Golazo, por cierto, en el que Romero no tuvo nada que hacer, ya que encima la pelota se desvió en Valdez y no tuvo nada que hacer el exarquero del Manchester United.
🤩 El autor del gol ante Palmeiras, y el que atajó seis penales; dos en cada fase eliminatoria. Vinieron a Boca para llevarlo a la final de la Copa Libertadores.
🔹 Edinson Cavani 🤝 Chiquito Romero 🔹 pic.twitter.com/Iv3yCHyywY
— Eterno Boca (@EternoBoca12) October 6, 2023
Luego, todo se resume en ataques constantes del local, sabiendo que tenía un contexto favorable con uno más y de local. Buscó por todos los medios, pero Romero, siendo la figura del partido, le impidió llevarse la serie al conjunto brasilero en los 90.
De esta forma, y como en todas las series que jugó Boca en esta Copa, todo se iba a definir en los penales. Con un rendimiento heroico, el arquero no solo fue figura en el partido, sino que volvió a lucirse desde los 12 pasos, y atajó dos tiros para que el conjunto azul y oro consiga la tan anhelada clasificación a la final.
¿Cuándo se jugará la final entre Boca y Fluminense?
Por último, destacar que el rival ya se conocía para la final. Será Fluminense, el equipo brasileño que eliminó al Inter de Coudet por un global de 4-3. Dicho partido se jugará el 4 de noviembre, en el Maracaná, con horario a confirmar. El ganador del máximo certamen continental se quedará con el trofeo en Brasil o se lo llevará a la Argentina.