En las últimas horas se instaló en el mundo Boca que el Brujas de Bélgica quería hacerse con los servicios del jugador Xeneize. En principio se hablaba de un préstamo, lo que Boca habría rechazado rotundamente. El Consejo de Fúttbol no quiere más que usen al club como vidriera, si quieren a un jugador tendrán que comprarlo.
Después volvieron ofreciendo poco más de 6 millones de euros, lo que siguió pareciendo insuficiente. Sin embargo, durante la semana se empezó a hablar mucho sobre una supuesta charla entre Villa y Russo, en la que el jugador le pedía al entrenador que si llegaba una oferta lo dejaran salir.
En el día de ayer, jueves 29 de julio, el club belga volvió a la carga e hizo una tercera oferta, 8.5 millones más 2 en variables y objetivos, Boca volvió a rechazarla pidiendo que acerquen su cifra a la de la clausula de rescisión, esta es de casi 30 millones. Esto fue el detonante, el colombiano fue al club tomó sus pertenencias y se retiró, además se despidió de sus compañeros y hoy no se presentó a entrenar en son de protesta. Esto cayó muy mal en el mundo Boca teniendo en cuenta que hay un Superclásico a la vuelta de la esquina, este miércoles 4 de agosto.
Sin embargo, siendo uno de los patrimonios más altos del club, el Consejo tratará de sacar toda la plata posible por el colombiano y seguramente en los próximos días sea vendido. Lo cierto, es que de momento no está en ninguna probable alineación para el partido del fin de semana y menos aún para el partido con River.
De hecho, en las últimas horas se habló mucho de la posibilidad de que para fin de año no quede ningún colombiano en el club, esto por las constantes muestras de desgano, interés y sentido de pertenencia de estos. (Cardona, Campuzano, Villa y Fabra).