Siempre se dijo que la segundas partes nunca terminan bien, y Miguel Russo busca darle pelea. Ayer la victoria, en el debut de la Copa siguió dándole la derecha
El fútbol argentino es duro. Sufrimos los últimos 15 o 20 minutos del primer tiempo, pero luego lo corregimos”, sostuvo. “Pudimos haberlo definido mucho antes, pero este triunfo nos viene bien. El equipo se está acostumbrando a este tipo de batallas”.
De esa manera el DT xeneize marco la diferencia entre lo que fueron los partidos por Libertadores y el torneo local. Un campeonato donde los rivales te conocen y los encuentros son más asperos.
“Boca normalmente es un equipo que genera muchas ocasiones de gol. Mirando las estadísticas, llegamos mucho, más allá de las oportunidades perdidas”.
Más allá del buen momento y la obtención de resultados, Miguel hizo hincapie en los errores y lo que resta trabajar de su Boca
“Los cuatro goles que recibió Boca fueron de pelota parada. Esta es una de esas cosas que tenemos en la cabeza como cuerpo técnico para buscar lo mejor”. Y añadió: “Son pocos los goles que nos hicieron. Hay cosas por trabajar y la pelota parada es una de ellas”.
Talleres, Godoy Cruz, Caracas (Copa Libertadores) y ayer Lanús
Más allá de todo Miguel se fue feliz de “La fortaleza”, donde arranco derecho en el famoso “Grupo de la muerte”. Ahora lo espera otro duro rival como Newell´s en Rosario.
Hasta ahora en su segundo ciclo lleva 15 partidos jugados con 12 victorias y 3 empates. Números que hablan por si solo del gran trabajo, aunque algunos quieran bajarle el precio.